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Sobre los autores

El doctor ANDREW S. COOK, miembro del Congreso Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, es el fundador y director del Vital Health Institute. Es un especialista de renombre internacional en endometriosis y dolor pélvico, reconocido experto en salud femenina y un cirujano ginecólogo muy respetado, líder en técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas. Ha dedicado su vida a ayudar a mujeres con problemas de salud complejos.

D ANIELLE COOK, máster en nutrición y ciencias de la alimentación, especializada en medicina funcional y educadora certificada sobre diabetes, es la directora de Medicina Integrativa del Vital Health Institute. Es autora de libros, artículos de revistas y cursos de educación continua.

Descargo de responsabilidad

Este libro es solo una guía general y no debe sustituir en ningún caso la pericia, el conocimiento y la experiencia de un profesional médico cualificado que se ocupe de los hechos, circunstancias y síntomas de cada caso particular.

La información nutricional, médica y relativa a la salud que se presenta en este libro se basa en las investigaciones, la formación y la experiencia profesional de los autores, y es verdadera y completa hasta donde alcanza su conocimiento. Sin embargo, la intención es que este libro constituya solamente una guía informativa para aquellos que deseen saber más sobre aspectos relacionados con la salud, la nutrición y la medicina; no tiene la intención de sustituir o revocar el consejo que reciba el lector por parte de su médico. Puesto que cada persona y situación son únicas, los autores y el editor instan al lector a consultar con un profesional de la salud cualificado antes de utilizar cualquier procedimiento que, por cualquier motivo, considere que puede no ser apropiado en su caso. Se debe consultar con un médico antes de emprender cualquier programa de ejercicios. Los autores y el editor no son responsables de ningún efecto o consecuencia adversos que resulten del uso de la información contenida en este libro. Es responsabilidad del lector consultar con un médico u otro profesional de la salud cualificado con respecto a su cuidado personal.

Este libro contiene referencias a productos que pueden no estar disponibles en todas partes. La intención es que la información ofrecida sea útil; sin embargo, los autores y el editor no garantizan resultados en relación con la misma. La mención de marcas comerciales solo tiene fines educativos y no implica que los autores ni el editor las respalden.

Las recetas que se incluyen en este libro han sido puestas cuidadosamente a prueba por la cocina y los degustadores de los autores. A su entender, son seguras y nutritivas para el usuario típico y para ser utilizadas en contextos ordinarios. Aquellas personas que tengan alergias alimentarias o de otro tipo, o que tengan unas necesidades alimentarias específicas o determinados problemas de salud, deben leer cuidadosamente los ingredientes contenidos en cada receta y determinar si pueden ocasionarle o no algún problema. El consumidor es el único responsable del uso que haga de las recetas; ni los autores ni el editor son responsables de ningún riesgo, pérdida o daño que pueda acontecer como resultado del uso de cualquier receta. Todos aquellos lectores que tengan necesidades especiales, alergias o problemas de salud deben consultar con su asesor médico antes de recurrir a cualquier receta en caso de que tengan cualquier duda.

Título original: The endometriosis Health & Diet Program

Traducido del inglés por Francesc Prims Terradas

Diseño de portada: Editorial Sirio, S.A.

Maquetación y diseño de interior: Toñi F. Castellón

© del texto de la edición original

2017 Andrew S. Cook

© de las recetas

2017 Robert Rose Inc.

(ver página 217)

© de la presente edición

EDITORIAL SIRIO, S.A.

C/ Rosa de los Vientos, 64

Pol. Ind. El Viso

29006-Málaga

España

www.editorialsirio.com

sirio@editorialsirio.com

I.S.B.N.: 978-84-17399-719

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Introducción

La salud es un espectro y todo el mundo empieza en algún punto de ese espectro. El objetivo final es avanzar hacia una mejor salud a lo largo de dicho espectro. Todo pequeño cambio que llevamos a cabo es un regalo que nos ofrecemos a nosotros mismos y supone un avance en el proceso de curación.

Danielle Cook

La endometriosis es una enfermedad misteriosa que casi nadie entiende, incluidos la gran mayoría de los médicos y otros profesionales de la salud responsables del tratamiento de esta afección. La endometriosis puede causar un dolor increíblemente intenso, peor que el que puede experimentarse después de una operación quirúrgica o durante el parto. Aunque se trate de una enfermedad benigna, es decir, no es un tipo de cáncer, su impacto puede ser devastador, y puede hacer que la mujer que la padece sea incapaz de llevar una vida funcional.

Si bien no se conoce una «cura» para la endometriosis, sí existen tratamientos efectivos. Por ejemplo, una vez que se ha tratado adecuadamente con un procedimiento quirúrgico conocido como escisión amplia, la mayoría de las mujeres no volverán a padecerla. Aunque no sea un cáncer, la endometriosis tiene carácter tumoral y debe extirparse por completo.

La definición estricta de endometriosis es «la presencia de lesiones en la pelvis similares al tejido que se encuentra dentro del útero», pero la realidad puede tener un alcance mucho mayor. Uno de los autores de este libro, el doctor Andrew Cook, ha estado tratándola en el contexto de la medicina privada durante veinticinco años. A lo largo de este tiempo, ha visto y aprendido muchas cosas. Para él, el tratamiento de la endometriosis no es solo un trabajo, sino una misión que tiene en la vida. La cantidad de dolor, sufrimiento e incapacitación que experimentan las mujeres como consecuencia de esta dolencia es innecesaria, y la falta de cuidado y atención que reciben es deplorable. La «atención médica» promedio que se brinda a las pacientes de endometriosis es escasa y realmente vergonzosa. Esto ha provocado, históricamente, que continúen viviendo con dolor; están a merced del médico que las trata y no disponen de un poder real que les permita efectuar un cambio en sus propias vidas.

Actualmente es mucho lo que pueden hacer las mujeres que padecen endometriosis, independientemente de su médico o de cualquier otra persona. Tu situación no es desesperada.

Pero actualmente es mucho lo que pueden hacer las mujeres que padecen endometriosis, independientemente de su médico o de cualquier otra persona. Tu situación no es desesperada. Cuando dispongas de la información correcta, tendrás mucho más poder. Esto no quiere decir que haya una solución fácil y que no vayas a encontrarte con dificultades. Deberás adquirir los conocimientos oportunos e implicarte activamente en la toma de decisiones saludables. Al principio, el panorama quizá te parezca abrumador y confuso, pero la información contenida en este libro está diseñada para proporcionarte una hoja de ruta que puedas seguir para recuperar la salud y mitigar tu dolor. Encontrarás aquí la información con base científica más actualizada y completa sobre la dieta y el estilo de vida que conviene llevar en caso de endometriosis, y también en cuanto al tratamiento holístico pertinente para esta enfermedad. Ahora bien, si padeces una endometriosis significativa, es posible que necesites combinar el trabajo que realices con la cirugía de extirpación, para eliminar el tejido que te está causando el dolor.

Una llamada a la acción

En nombre de las mujeres de todo el mundo y como director de la Sociedad Mundial de Cirujanos de Endometriosis, el doctor Cook insta a la comunidad médica a abandonar de una vez por todas las creencias anticuadas relacionadas con esta enfermedad y las prácticas que, con demasiada frecuencia, siguen empleándose para su tratamiento. Es hora de pasar página y dejar de adoptar prácticas que no están respaldadas científicamente y que son inapropiadas para tratar esta afección. Las pacientes merecen que se las comprenda, escuche y crea. Si un ginecólogo elige ver y tratar a mujeres con endometriosis como parte de su práctica, debe asumir la responsabilidad de informarse sobre los entresijos de esta enfermedad y sobre cómo tratarla de manera efectiva. La histerectomía no cura la endometriosis ni es un tratamiento efectivo o apropiado si no va acompañado por otras medidas. La coagulación (la cirugía de quemadura) es deficiente y debe ser relegada a los libros de historia. Se ha demostrado inequívocamente que la cirugía de escisión amplia es la modalidad de tratamiento más efectiva para la eliminación del tejido endometriósico; presenta unas tasas de recidiva muy bajas.

Tanto si sufres esta enfermedad o tienes un ser querido que la padece como si eres un profesional que atiende a mujeres con esta afección, nuestro sincero deseo es que la información que te ofrecemos en las páginas que siguen pueda servirte como guía para obtener u ofrecer alivio y curación.

En el Vital Health Institute nos esforzamos constantemente para proporcionar las mejores estrategias de tratamiento, no solo para nuestras pacientes sino para todas las mujeres que padecen endometriosis. Este libro, el tercero de una serie que hemos publicado sobre el tema (en inglés), nació después de revisar los estudios más actualizados y escuchar las historias de nuestras pacientes, y aprovecha nuestra experiencia adquirida durante más de veinticinco años de tratamiento de esta afección. Tenemos la esperanza de que esta obra sea una herramienta más en tu caja de herramientas, progresivamente surtida, para ayudarte a tratar y gestionar la endometriosis. Tanto si sufres esta enfermedad o si tienes un ser querido que la padece como si eres un profesional que atiende a mujeres con esta afección, nuestro sincero deseo es que la información que te ofrecemos en las páginas que siguen pueda servirte como guía para obtener u ofrecer alivio y curación.

Nos encantaría escuchar tus comentarios y tus historias. Por favor, escríbenos a patientstories@vitalhealth.com" (en inglés).

Con amor y pensamientos curativos,

Danielle y Andrew

Primera parte

DIAGNÓSTICO,
FISIOPATOLOGÍA Y
TRATAMIENTOS CONVENCIONALES

En esta parte del libro proporcionamos información básica sobre la endometriosis, analizamos los factores que contribuyen a su desarrollo (la fisiopatología) y nos referimos someramente a los tratamientos convencionales que se emplean para combatirla. Con todo ello podrás comprender mejor los aspectos médicos de la endometriosis y por qué diversos factores relativos al estilo de vida, como el estrés, pueden afectar a la enfermedad. Aquí encontrarás la justificación, basada en las pruebas existentes, de la recomendación relativa a efectuar varios cambios en el estilo de vida. Si eres una persona que necesita saber los porqués, no puedes dejar de leer esta parte del libro.

Capitulo 1
¿Qué es la endometriosis?

Qué significa realmente tener endometriosis

La endometriosis, por definición, es un proceso de enfermedad por el cual un tejido parecido al endometrio (el revestimiento uterino) está presente fuera del útero. Este tejido endometriósico * «rebelde» suele afectar al peritoneo, una fina capa de tejido que recubre las estructuras pélvicas, el intestino, la vejiga y los ovarios. Francamente, muchas de estas cuestiones médicas pueden ser bastante áridas y aburridas y no transmiten lo que significa para una mujer sufrir esta enfermedad o cómo afecta realmente a su familia, su carrera, su sexualidad y su capacidad para vivir la vida en aspectos muy básicos.

En realidad, la sensación que produce esta enfermedad es parecida a lo que podría ser tener decenas o cientos de ampollas insoportablemente dolorosas cubriendo el interior de la zona pélvica. El dolor pélvico y la infertilidad son los dos síntomas más comunes de la endometriosis. En el caso de las pacientes afortunadas, el dolor les dura solo un par de días durante el periodo menstrual; en el peor de los casos, el dolor está presente las veinticuatro horas los siete días de la semana. El hecho de que quienes padecen endometriosis presenten buen aspecto puede hacer que incluso las personas bienintencionadas duden de la intensidad de su dolor.

La mayoría de las mujeres con endometriosis comienzan a sentir dolor en la adolescencia; el dolor empieza a manifestarse incluso, a veces, en la escuela primaria. Si bien su aparición en el tiempo es similar a la de los dolores menstruales, es completamente diferente de estos. No es raro que las chicas con endometriosis se pierdan varios días de clase cada mes a causa del dolor cíclico asociado a esta enfermedad, ya que puede exceder el nivel de dolor que se experimenta después de una operación quirúrgica importante.

La falta de conocimiento de esta enfermedad puede hacer que estas chicas no reciban el diagnóstico correcto ni sean debidamente apoyadas por su médico. Esto, a su vez, puede conducir a que el dolor no se trate de forma adecuada y a minusvalorar la situación de la paciente. Puede inducirse a creer a la familia que la intensidad del dolor tiene una raíz psicológica. En esta trágica situación, la paciente es prisionera de su propio cuerpo, que la tortura a plena luz del día, sin que nadie entienda por completo su situación ni pueda ayudarla con eficacia.

Efectos de la endometriosis en las mujeres

A menudo, los síntomas avanzan a medida que la chica se va convirtiendo en una mujer joven, en el sentido de que ­aumentan tanto la importancia como la duración del dolor. Inicialmente, no se experimenta dolor la mayor parte de los días del mes, pero la cantidad de días en los que no se presenta el dolor se va viendo sustituida, lentamente, por una cantidad cada vez mayor de días en los que se siente un dolor incapacitante. La imprevisibilidad asociada al creciente número de días en los que se manifiesta el dolor da como resultado que sea difícil llevar una vida funcional. A la paciente cada vez le resulta más difícil planificar una futura cita, ya que progresivamente van aumentando las probabilidades de que ese día experimente dolores, y no puede mantener un compromiso en ningún ámbito de actividad.

La endometriosis puede afectar a muchos otros aspectos de una vida normal. Los días en que la paciente se sentía como una mujer vibrante y deseable han desaparecido hace mucho tiempo. Y cada vez le resulta más difícil actuar como la mujer, madre y pareja amorosa y compasiva que realmente es. Es habitual que la paciente de endometriosis sufra estrés en el contexto de las relaciones familiares.

Incluso en esta etapa, la mayoría de las mujeres combaten la enfermedad; se niegan a dejar que se apodere completamente de sus vidas. Lo más probable es que pases junto a ellas, en un entorno público, sin que su aspecto te haga intuir la desolación con la que están lidiando. La mayor parte de las veces se levantan por la mañana, ponen cara de valientes y hacen todo lo posible para llevar una vida normal.

La definición médica de la endometriosis ni siquiera se aproxima a describir la realidad de lo que significa sufrir la enfermedad. La próxima vez que oigas hablar de ella, recuerda lo devastadora que puede ser. Si tienes un ser querido, una amiga o una compañera de trabajo que padezca endometriosis, acuérdate de tratarla con respeto y compasión.

Es mucho lo que no entendemos sobre la endometriosis, incluidos aspectos básicos como qué la causa, por qué algunas mujeres la desarrollan y otras no, cómo ocasiona infertilidad y por qué provoca dolor. Los profesionales médicos no se ponen de acuerdo acerca de la naturaleza de la endometriosis. ¿Consiste solamente en implantes endometriósicos aparecidos en la región pélvica que se pueden extirpar quirúrgicamente practicando una escisión amplia para acabar con los síntomas que experimenta la paciente? ¿U ocurre que una disfunción más compleja, esto es, sistémica o multisistémica, es decir, que afecta al conjunto del cuerpo, está ocasionando unos problemas de salud subyacentes, de los que los implantes endometriósicos no son más que una manifestación parcial? Si la primera interpretación es la correcta, debemos convencer a los cirujanos de que utilicen el procedimiento de la escisión amplia en lugar de la cauterización (las quemaduras) para resolver eficazmente el dolor. Y si la interpretación correcta es la segunda, debemos adoptar un enfoque holístico integral, además de practicar la cirugía de escisión.

En 2005, en un debate organizado por la Asociación de Endometriosis en su vigésimo quinto congreso anual, el doctor David Redwine argumentó que «la endometriosis es una enfermedad local que solo requiere una buena intervención quirúrgica». Promovió activamente la idea de practicar la escisión amplia como el procedimiento quirúrgico convencional para combatir esta enfermedad, lo cual mejoró el tratamiento que estaban recibiendo las pacientes. Sin embargo, en la actualidad sabemos que es necesario definir la endometriosis de forma más amplia con el fin de lograr un tratamiento realmente efectivo. Veamos por qué.

No, no está «todo en tu cabeza»

Con demasiada frecuencia, parece que cuando los miembros de la profesión médica no comprenden un problema de salud o no disponen de buenas terapias para tratarlo, cuestionan la validez del diagnóstico físico y no confían en el paciente. Todos tenemos problemas personales que pueden afectar a la forma en que experimentamos una determinada situación, y las pacientes con endometriosis no son inmunes a ellos, pero los problemas personales no causan el dolor. La endometriosis es una afección real que causa un dolor real y problemas de salud a millones de mujeres, lo cual afecta a su calidad de vida y la calidad de vida de las personas con las que conviven. El dolor no está «en su cabeza», como se les dice a muchas mujeres que tienen esta afección. Según nuestra experiencia, las pacientes de endometriosis son personas fuertes y determinadas que sufren una enfermedad devastadora.

Definición de endometriosis

La definición más estricta de endometriosis, como hemos visto, es la presencia de tejido parecido al endometrial (es muy similar al revestimiento interno del útero, llamado endometrio) en la zona pélvica, que puede dar lugar a diversos síntomas, que ­incluyen periodos cada vez más dolorosos, dolor pélvico (que puede ser constante), dolor durante las relaciones sexuales, dolor al evacuar, dolores lumbares, fatiga e infertilidad. Esta definición de poco alcance presupone que la raíz de todos estos síntomas son los implantes endometriósicos. Según esta visión limitada, habitual en la práctica médica occidental tradicional, los síntomas se resolverán una vez que los implantes se hayan tratado con la supresión hormonal o extirpado por medios quirúrgicos. Si los síntomas persisten tras aplicarse cualquiera de estos dos procedimientos, se suele inducir a las pacientes a creer que todo está en su cabeza y que sus problemas de salud no cuentan con un fundamento físico.

Si los síntomas persisten tras la supresión hormonal o el tratamiento quirúrgico, se suele inducir a las pacientes a creer que todo está en su cabeza y que sus problemas de salud no cuentan con un fundamento físico.

En las últimas décadas, esta creencia ha dado lugar al surgimiento de grupos de apoyo para las pacientes de endometriosis, compuestos por pacientes y algunos profesionales de la salud. El objetivo de estos grupos es tratar de incrementar la conciencia de esta enfermedad, y la campaña ha tomado forma en dos frentes. El primero se centra en llamar la atención sobre el hecho de que esta enfermedad existe y merece ser abordada como tal. El segundo consiste en un esfuerzo para concienciar a las pacientes y los médicos sobre la importancia de utilizar la escisión amplia como opción quirúrgica, en lugar de la quema o cauterización, para proporcionar un tratamiento más efectivo.

En los últimos tiempos, se ha avanzado notablemente en la concienciación respecto a que la endometriosis es una enfermedad. También se ha avanzado de forma constante en la concienciación, entre las pacientes, de lo importante que es optar por la escisión amplia. Desafortunadamente, todavía hay trabajo por hacer con respecto a la concienciación de los médicos, no solo en cuanto a que crean en la verdadera intensidad del dolor, sino también en cuanto a que asuman lo importante que es la escisión amplia y la opción de implementarla.

Los costes de la endometriosis

La endometriosis afecta a unos 7,4 millones de mujeres en Estados Unidos y a 176 millones en todo el mundo. En Estados Unidos solamente, tiene unos costes asociados de unos 78,6 billones de dólares. Esto incluye tanto los costes directos como los indirectos, por ejemplo una menor productividad. Estos costes son similares a los asociados con la diabetes, la enfermedad de Crohn y la artritis reumatoide. La menor calidad de vida es, no obstante, el coste más importante. Además, la pérdida de productividad debida a la endometriosis es de una media ¡de once horas semanales!

Es difícil creer que haya llevado tanto tiempo crear conciencia de una enfermedad que afecta a tantas personas. Internet, que no estuvo disponible para el público hasta el 6 de agosto de 1991, ha sido una herramienta muy empoderadora para las mujeres con endometriosis. Mujeres que antes se sentían solas, aisladas y «locas» han podido establecer contacto con otras aquejadas por el mismo problema. Internet también ha sido un medio de difusión de información importante sobre esta enfermedad y su tratamiento.

Muchas pacientes de endometriosis ven resuelta la mayor parte de su dolor tras haberse sometido a la escisión amplia. Pero las hay que continúan sufriendo. El hecho de que la extirpación de los implantes no «cure» a estas mujeres nos indica que falta un eslabón en el plan de tratamiento. Las investigaciones científicas y nuestra experiencia clínica con la endometriosis revelan sin lugar a dudas que esta patología es, al menos en un número significativo de mujeres, más que los implantes presentes en la zona pélvica.

La evolución de la definición

Repasemos cómo ha avanzado la comprensión que tenemos de la endometriosis en las últimas décadas. Inicialmente, se pensó que esta enfermedad y su dolor asociado eran el resultado de crecimientos anormales de tejido endometrial, que se había desplazado por la zona pélvica. Los tratamientos que se aplicaban eran la cirugía de cauterización (la quema de los implantes endometriósicos), la histerectomía (se extirpaban ambos ovarios) o la supresión hormonal de la GnRH (hormona liberadora de gonadotropina) por medio de medicamentos cada vez más potentes, lo cual solía ir acompañado de molestos efectos secundarios. Si la paciente continuaba teniendo dolor después de la histerectomía o la menopausia inducida médicamente, se pensaba que su dolor era psicosomático (que estaba solo en su cabeza) y se creía que derivaba de un trauma infantil y de haber sido víctima de abusos en la infancia. Desafortunadamente, esta forma de ver las cosas sigue prevaleciendo hoy en día, a pesar de los estudios científicos que demuestran claramente que el tejido endometriósico puede seguir creciendo en ausencia de estrógenos sistémicos.

El doctor Cook, coautor de este libro, ha extirpado quirúrgicamente tejido endometriósico, confirmado como tal por las muestras de patología quirúrgica, de innumerables pacientes que ya no alojaban estrógenos en su organismo, incluida una mujer de casi setenta años que se había sometido a una histerectomía en la que le extirparon ambos ovarios veinticinco años atrás y que nunca había tomado estrógenos. Y recientemente operó a una persona transgénero que había llevado a cabo la transición física y hormonal del género femenino al masculino. El paciente tenía un historial de dolor pélvico y endometriosis y se había sometido a una histerectomía, en la que le extirparon ambos ovarios. Estaba recibiendo un tratamiento de testosterona; los ­análisis de sangre confirmaron la falta de estrógenos en su organismo y los elevados índices de testosterona característicos de los hombres. ¡Era un desierto hormonal para la endometriosis! Sin embargo, durante la operación, el doctor Cook encontró tejido endometriósico en toda la zona pélvica, lo cual se confirmó con las muestras de patología quirúrgica. Cuatro días después de la intervención, el paciente tenía mejor aspecto y se sentía mejor que el día anterior a la operación. Este tipo de dolor y sufrimiento innecesarios se han estado sucediendo durante décadas.

El primer paso es que los médicos reconozcan y crean realmente la difícil situación por la que están atravesando las mujeres afectadas por esta enfermedad y se informen debidamente sobre su complejidad y sus causas.

La definición demasiado simplista de la endometriosis según la cual no se trata más que de unos implantes pélvicos que se encuentran en mujeres estresadas y muy reactivas (implantes que pueden eliminarse fácilmente por medio de inducir médicamente la menopausia, la cirugía de cauterización o incluso la histerectomía con extirpación de los dos ovarios) es insultante para quienes padecen esta afección. El primer paso es que los médicos reconozcan y crean realmente la difícil situación por la que están atravesando las mujeres afectadas por esta enfermedad y se informen debidamente sobre su complejidad y sus causas. Esto incluye comprender la efectividad de la cirugía de escisión amplia, así como los importantes cambios en el estilo de vida que son necesarios para corregir los problemas fisiológicos, inmunitarios y genéticos subyacentes. Llegar al hito de que esta sea la forma convencional de abordar la endometriosis constituiría un gran paso en la evolución del tratamiento de esta enfermedad. A partir de ahí, el objetivo futuro sería eliminar el dolor y el sufrimiento innecesarios que padecen una gran cantidad de mujeres.

Preguntas frecuentes

P. La endometriosis ¿es una enfermedad o un síndrome?

R. Una enfermedad se define como un trastorno en un sistema u órgano que afecta a la funcionalidad del cuerpo; en este caso, los implantes endometriósicos presentes en la zona pélvica producen dolor e infertilidad. Si la endometriosis fuese estrictamente una enfermedad, el dolor se resolvería y la fertilidad se restablecería completamente cuando los implantes fuesen totalmente extirpados. Por otra parte, el síndrome se define como un conjunto de indicios y síntomas que suelen aparecer juntos pero que no tienen una causa conocida. Nosotros sostenemos que la endometriosis es en realidad un continuo de problemas de salud, siendo los casos simples una enfermedad y los casos más complejos un síndrome. En la década de los noventa, el doctor Cook acuñó la denominación síndrome de disfunción multisistémica en un intento de describir la complejidad de los problemas de salud a los que se enfrentan muchas mujeres con endometriosis. Esta denominación fue el resultado de años de observación. El doctor Cook observó reiteradamente un conjunto de sistemas orgánicos que presentaban un funcionamiento defectuoso que se influían negativamente entre sí y que, juntos, alimentaban una espiral descendente de empeoramiento de la salud y malestar.

¿Cuáles son las causas del dolor pélvico crónico?

El siguiente paso en la dirección de comprender correctamente la definición de endometriosis es reconocer la gran cantidad de otras afecciones, tradicionalmente reconocidas como patologías, que pueden estar asociadas con esta enfermedad. El dolor pélvico crónico se define como un dolor localizado en la zona del vientre que dura seis meses o más. Puede estar asociado, o no, con el ciclo menstrual. La endometriosis es una de las principales causas del dolor pélvico, pero no la única. Como veremos en el próximo capítulo, hay muchos problemas de salud convencionales que pueden contribuir al dolor pélvico de la mujer. Con el fin de resolver por completo el dolor pélvico, pueden ser necesarias otras formas de tratamiento médico, en función de qué afección o combinación de afecciones estén contribuyendo al dolor general y la sintomatología.

Factores que contribuyen al dolor pélvico

Cualquiera de estos problemas de salud puede contribuir al dolor pélvico que experimentan muchas mujeres: vestibulitis, vulvodinia, neuropatía pudenda, espasmos musculares del suelo pélvico, la afección de dolor de vejiga conocida como cistitis intersticial o síndrome de vejiga dolorosa, adenomiosis, adherencias o tejido cicatricial, quistes ováricos, varices en las venas ováricas, colon redundante, hernias, dolor neuropático, apendicitis crónica, síndrome del intestino irritable, enfermedad celíaca, sensibilidad al gluten y sensibilidades alimentarias en general.

Estas afecciones contribuyen a menudo a los problemas de salud generales que suelen observarse en las mujeres con dolor pélvico, y se atribuyen con frecuencia, incorrectamente, a la endometriosis. Desafortunadamente, puede ser que la endometriosis sea solo una pieza de un rompecabezas complejo; a menudo deben abordarse otros problemas –como inflamaciones, toxinas o infecciones– como parte de una estrategia integral para el tratamiento de la endometriosis (hablaremos de ello más adelante, en el próximo capítulo). Esta es otra razón convincente por la cual debería existir una subespecialidad médica dedicada exclusivamente a la endometriosis. Mientras tanto, los ginecólogos han de recibir formación sobre cómo detectar y diagnosticar estos problemas de salud, a partir de lo cual podrán coordinar la atención que deba recibir la paciente por parte de distintos especialistas.

Es nuestra comprensión de la complejidad de la endometriosis lo que nos impulsó a escribir este libro. Para tratarla de forma adecuada y efectiva, es imprescindible abordar sus causas fundamentales. Es bien sabido que la mayoría de las personas que habitan en el mundo desarrollado no están saludables. Es posible que no se encuentren lo suficientemente mal como para que les diagnostiquen una enfermedad, pero están en el camino hacia la mala salud. A menos que efectúen cambios, cruzar la línea que las lleve a recibir el diagnóstico de una enfermedad oficialmente reconocida es solo cuestión de tiempo. Un porcentaje significativo de las mujeres que padecen endometriosis tienen mala salud; quizá esto ha contribuido a que hayan desarrollado la enfermedad.

Tenemos la impresión de que los tratamientos médicos occidentales han llegado al punto de depender excesivamente de los productos farmacéuticos. Si estás enfermo, es muy probable que se te prescriba un fármaco. Si este fármaco te ocasiona efectos secundarios, es muy probable que se te prescriba otro para tratarlos. El resultado neto es una creciente lista de recetas farmacéuticas que no nos acercan a un cuerpo y una existencia saludables. Esto no es verdadera atención médica, sino gestión de la enfermedad. El tratamiento médico occidental tradicional para la endometriosis consistente en la manipulación hormonal, incluida la menopausia inducida médicamente, es burdo en el mejor de los casos. Las mujeres con endometriosis necesitan una verdadera atención médica para recuperar su salud, no una gestión deficiente de su enfermedad.

En conclusión

Resumiendo, ¿cuál es la definición de endometriosis? En todos los casos, consiste en una serie de implantes presentes en la zona pélvica. Además, muchas mujeres tienen otras afecciones asociadas que contribuyen a sus síntomas. Finalmente, una parte importante de quienes sufren endometriosis presentan ciertos problemas subyacentes, como inflamación, una función inmunitaria alterada y resistencia a la insulina. A menudo, abordar la dieta y el estilo de vida puede ayudar a una mujer a recuperar su salud y su bienestar.

Según nuestra experiencia en el tratamiento de la endometriosis y el dolor pélvico, la cirugía de escisión amplia, realizada correctamente, es absolutamente esencial. Sin ella, es casi imposible curarse de la endometriosis y el dolor asociado a esta. Si tu automóvil estuviese consumiendo demasiada gasolina y supieses que algo anda mal, podrías ponerle unos neumáticos nuevos de alta eficiencia y hacer una puesta a punto del motor, pero si el freno de mano estuviera atascado, los nuevos neumáticos y la puesta a punto no supondrían una gran diferencia. El freno de mano tendría que ser liberado para que el rendimiento del combustible mejorase de forma sustancial. Por otro lado, en el caso de un coche que hubiese permanecido estacionado al aire libre durante años, el solo hecho de arreglar el freno de mano no permitiría que ese automóvil arrancase, y mucho menos garantizaría un buen rendimiento del combustible. Así como arreglar el freno de mano sería una medida imprescindible en los casos anteriores, pero no la única, la cirugía de escisión amplia es una parte fundamental del tratamiento efectivo de la endometriosis, pero en muchos casos solo puede ser el comienzo de un programa completo de tratamiento.

Como mujer con endometriosis, tienes un poder tremendo para recobrar tu salud. La información científica actualizada que proporcionamos aquí puede ayudarte a mejorar tu vida. Potenciará y posiblemente mejorará cualquier tratamiento que pueda ofrecerte tu médico convencional, incluida la cirugía. En nuestra opinión, el aspecto holístico del tratamiento, que incluye la dieta y el estilo de vida, es tan importante como una intervención quirúrgica. El doctor Cook no ha encontrado un solo tratamiento que tenga todas las respuestas. Por este motivo, creemos firmemente que el uso de un conjunto de herramientas diverso que incluya la cirugía de escisión amplia, cambios en el estilo de vida y el tratamiento de las causas subyacentes es el plan más apropiado para abordar la ­endometriosis.

Es posible que al principio te resulte difícil comprender lo importantes y potentes que son el estilo de vida y la dieta para el propósito de recuperar la salud. El hecho de que estés prosiguiendo con la lectura sugiere que tienes la mente abierta en relación con esta parte del viaje hacia el cuidado de tu salud y tu curación. Para las mujeres que padecen endometriosis y las afecciones asociadas a esta enfermedad, obtener buenos consejos de salud integral es probablemente tan difícil, o más, que someterse a la cirugía de escisión. Esperamos que este libro te proporcione unos buenos cimientos sobre los cuales mejorar tu salud.


* Aunque no aparecen recogidas en el diccionario académico de la Real Academia Española, las denominaciones tejido endometrial y tejido endometriósico son utilizadas habitualmente como sinónimas, siendo la primera mucho más prevaleciente. Ante la falta de pronunciamiento oficial, y sobre la base de la lógica lingüística, en esta obra reservamos la denominación tejido endometrial para hacer referencia al tejido normal que constituye el endometrio y aplicamos la denominación tejido endometriósico para hacer referencia al tejido endometrial que se encuentra fuera de lugar y que ocasiona la afección conocida como endometriosis. Por extensión, hablamos también de implantes endometriósicos. (N. del T.)

Capitulo 2
Síntomas y problemas
de salud asociados

Los síntomas de la endometriosis

El síntoma más común asociado con la endometriosis es el dolor progresivamente intenso durante el ciclo menstrual. Las primeras veces que tiene la regla una chica que va a desarrollar endometriosis, por lo general no experimenta ningún dolor; unos leves calambres a lo sumo. Estos calambres no le impiden realizar sus actividades normales. Con el tiempo, sin embargo, el dolor se vuelve cada vez más intenso. Además, la cantidad de días en que se presenta el dolor durante cada ciclo tiende a ir aumentando. No es raro que el dolor acabe por estar presente todo el tiempo; suele empeorar con el periodo, pero puede volverse agudo y constante.

Estos son los síntomas más habituales de la endometriosis:

Los síntomas pueden ser distintos de paciente a paciente

Mientras que algunas pacientes no experimentan prácticamente síntomas excepto en determinados momentos de sus ciclos (la menstruación y la ovulación), otras se ven debilitadas por el dolor todos y cada uno de los días del mes. Muchas mujeres experimentan un empeoramiento progresivo de los síntomas con el tiempo, tanto en lo que respecta a su gravedad como en lo que respecta a la cantidad de días al mes que se ven afectadas por ellos. La idea extendida de que la endometriosis solo afecta a la mujer durante el periodo es un falso mito.

Las mujeres con endometriosis tienen un riesgo dos veces más elevado de tener problemas de fertilidad que el conjunto de la población femenina.

Si bien la endometriosis está asociada con diversos síntomas, el más común es el dolor pélvico crónico. No es necesario experimentar todos los síntomas descritos para tener endometriosis. El dolor pélvico debilitador no es normal; se trata de una manera que tiene el cuerpo de comunicar que hay algo que no va bien. Debes buscar la ayuda de un médico que esté familiarizado con el tratamiento de la endometriosis y el dolor pélvico.

Preguntas frecuentes

P. La endometriosis ¿son solo unos calambres tremendos?

R. No. Los calambres intensos durante el flujo menstrual pueden asociarse con otra afección ginecológica, llamada adenomiosis. La adenomiosis se produce cuando se encuentra tejido endometriósico dentro de las paredes musculares del útero, y puede causar calambres agudos y un sangrado menstrual abundante. La adenomiosis puede darse junto con la endometriosis, lo cual explica por qué los síntomas de estas dos afecciones se confunden con frecuencia entre sí. (Consulta el próximo apartado para leer más sobre la adenomiosis).

¿Seguro que mi dolor pélvico se debe solo a la endometriosis?

Si bien la endometriosis es la causa principal del dolor pélvico, no es la única. Imagina un cubo lleno de líquido. El líquido que hay en el cubo representa el dolor que estás experimentando. Si el líquido es solamente endometriosis, significa que todo tu dolor tiene esta causa. Cuanto más lleno está el cubo, más agudo es el dolor; si rebosa, el dolor se vuelve intolerable. Si tu situación es esta y tu cubo solo está lleno de endometriosis, la cirugía resolverá totalmente tu dolor; el cubo será vaciado y tu dolor se irá.

Incluso después de someterse a la cirugía correcta y haberles sido extirpado todo el tejido endometriósico, algunas pacientes siguen experimentando dolor.

Hemos hablado sobre la dificultad de emplear la cirugía correcta para eliminar por completo el tejido endometriósico, pero incluso cuando se logra este resultado, algunas pacientes siguen experimentando dolor. Esto significa que el líquido de sus cubos estaba compuesto por una mezcla de endometriosis y otras afecciones. Las veinte afecciones médicas que se enumeran y describen a continuación son algunas de las que conviven con la endometriosis con mayor frecuencia.

Neuropatía de la pared abdominal

Los nervios ilioinguinal, iliohipogástrico y femoral genital se encuentran en la pared abdominal inferior, entre el ombligo y el hueso de la cadera, y bajan hasta la ingle y la parte superior de la pierna. Cuando estos nervios presentan daños, puede ser útil bloquearlos o administrar una inyección de punto gatillo; a menudo, una serie de bloqueos nerviosos pueden aliviar el dolor. En algunos casos, se utiliza una técnica llamada ablación [del nervio] por radiofrecuencia para proporcionar un alivio más duradero.

Adenomiosis

La adenomiosis es una pariente cercana de la endometriosis. En esta afección, el tejido endometriósico se encuentra dentro de las paredes musculares del útero. Los dos síntomas principales de la adenomiosis son los calambres uterinos agudos, que empeoran durante el flujo menstrual, y unos periodos inusualmente abundantes. Pero no todas las mujeres con adenomiosis presentan síntomas.

Adherencias

Las adherencias son bandas de tejido fibrótico (tejido cicatricial) que se forman entre órganos y estructuras adyacentes, como entre los ovarios y la pared lateral de la pelvis, y entre el útero y el intestino. Pueden ser delgadas y parecidas a telarañas o densas y gruesas como pegamento endurecido. Aparecen como resultado de una enfermedad pélvica, una infección o una lesión. Con el tiempo, la inflamación asociada con la endometriosis puede ocasionar la formación de cicatrices y adherencias, y la cirugía practicada para eliminar la enfermedad puede dar como resultado adherencias adicionales a medida que el cuerpo va sanando.

La cirugía para las adherencias

Las adherencias dolorosas pueden eliminarse por medios quirúrgicos. Sin embargo, existe el problema de que pueden volver a formarse adherencias durante el proceso de sanación. El uso de barreras antiadherencias y un procedimiento de revisión anticipada para eliminar las adherencias recién formadas antes de que se establezcan pueden ayudar a proporcionar un alivio continuo.

Algunas pacientes son más propensas a desarrollar adherencias que otras. En los casos graves, es casi como si se hubiera vaciado un tubo de super glue en la cavidad pélvica, lo que provoca que las estructuras se fusionen y distorsionen la anatomía pélvica. Si las adherencias estiran o contraen una estructura vital, como el intestino, pueden presentarse dolor y otros síntomas, como obstrucción intestinal y náuseas.

Apendicitis

La apendicitis es una afección en la que el apéndice se inflama. En el caso de la apendicitis aguda, la inflamación aparece de forma repentina, acompañada por un dolor intenso en el lado derecho de la zona pélvica, que lleva al paciente a urgencias; en este caso, se lleva a cabo una intervención quirúrgica de emergencia para extirpar el apéndice. Ocasionalmente, la paciente de endometriosis presentará apendicitis crónica, o su dolor agudo se confundirá con el dolor de la endometriosis; si el apéndice acaba por romperse, su vida estará en riesgo.

Fibromas

Los tumores fibroides son acumulaciones de tejido muscular liso que se forman dentro de las paredes musculares del útero. Una mujer puede desarrollar múltiples fibromas, y los tumores suelen variar en tamaño; pueden ser desde más pequeños que una canica hasta más grandes que un pomelo. Si son sintomáticos, los fibromas pueden ocasionar reglas abundantes y calambres uterinos que empeoran con la menstruación.

Intolerancias y alergias alimentarias