Dieta_Disociada_eBook

DIETA DISOCIADA

Combinar alimentos para adelgazar






Pampia(peque)

Nudelmann, Gerda

Dieta disociada : combinar alimentos para adelgazar . - 1a ed. - Buenos Aires : Pluma y Papel, 2018.

E-Book.

ISBN 978-987-648-051-2

1. Nutrición. 2. Alimentación. I. Título

CDD 613.2

© 2018 de esta edición Marcelo Caballero

Primera edición eBook revisada: Agosto 2018

www.pampia.com

www.ebookargentino.com

Alberdi 872, C1424BYV, C.A.B.A., Argentina

Director Editorial: José Marcelo Caballero

Coordinadora de edición: Marcela Serrano

Ilustraciónes de cubierta: Departamento creativo Pampia.com

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Hecho en Argentina – Made in Argentina

INTRODUCCIÓN

La obesidad es un problema cada vez más común y, por esa razón, buena parte de la población mundial tiene que lidiar con ella en algún momento de su vida. Y generalmente, el camino para hacerlo es iniciando una dieta.

Hoy en día, y desde hace tiempo, no son precisamente modelos de dietas o programas de alimentación lo que faltan. Desde conjuntos de serios consejos basados en evidencias científicas, hasta delirantes planes que ponen en peligro la salud, la variedad de regímenes alimenticios está a la orden del día. La dieta de la sopa, la de South Beach, la de la luna, la líquida, la del limón, la del ajo, la Montignac, la del color, la de los cinco días, la hipocalórica, la de los astronautas, etcétera. Sin embargo, algunas de ellas son serias y fiables, mientras que otras no lo son. La dieta disociada pertenece al primero de los grupos. Basada en una serie de sencillos principios que indican qué alimentos pueden combinarse en una misma ingesta o comida y cuáles no, la dieta disociada, más que un régimen de adelgazamiento en sentido estricto es, en realidad, una forma de alimentación en pro del bienestar y de la salud y, por lo tanto, en contra del exceso de peso. Mediante su implementación, que se basa en sencillos hábitos, se optimiza y simplifica el proceso digestivo y se ayuda al organismo a eliminar mejor y más rápidamente las toxinas que causan, entre otros inconvenientes y dolencias, la obesidad. Se trata, además, de una dieta que permite ingerir multiplicidad de alimentos, siempre que se los combine convenientemente: frutas, verduras crudas y cocidas, quesos, hierbas aromáticas, mariscos, cereales, yogurt, aceite, manteca, quesos blandos, carne de ternera, pollo, pavo, pescados, harinas, leche, semillas, pastas, salsas y huevos, legumbres.

Parte I

NOCIONES BÁSICAS DE ALIMENTACIÓN PARA ENTENDER LA DIETA DISOCIADA

Capítulo 1 - Las calorías

Como seguramente el lector ya sabrá, las calorías (o, mejor dicho, su disminución) cumplen un rol fundamental en cualquier régimen de adelgazamiento. En el caso de la dieta disociada, esa función no es tan acentuada, ya que el rol principal lo ocupa el hecho de disociar o separar adecuadamente los tipos de alimentos ingeridos. Sin embargo, si a ello se le suma una disminución de calorías, la dieta resultará, sin dudas, más efectiva.

Pero… ¿a qué refiere concretamente este concepto que tan liviana y comúnmente suele nombrarse? La caloría es la unidad para el contenido calórico o energético de una sustancia; se define como la cantidad de energía necesaria para elevar un grado la temperatura de un litro de agua.

¿Cuántas calorías necesita una persona, cuántas calorías contienen los distintos alimentos? A esas preguntas iremos respondiendo a lo largo de este capítulo.

Necesidades medias de calorías

No se puede especificar de manera totalmente clara y terminante cuál es la necesidad de calorías de una persona. Sin embargo, sí se pueden dar cifras orientadoras al respecto, de acuerdo a tres variables principales: el sexo, la edad y el tipo de actividad que realiza. En el caso de la mujer, deben sumarse como variables a tener en cuenta, el hecho de estar embarazada o de estar lactando.

Hombres entre 18 y 34 años

Sedentarios

2510 calorías

Medianamente activos

2900 calorías

Muy activos

3350 calorías

Entre 35 y 64 años

Sedentarios

2400 calorías

Medianamente activos

2750 calorías

Muy activos

3350 calorías

Entre 65 y 74 años

Sedentarios

2400 calorías

Medianamente activos

2750 calorías

Más de 75 años

Sedentarios

2150 calorías

Mujeres entre 18 y 54 años

Sedentarias

2000 calorías

Medianamente activas

2200 calorías

Muy activas

2500 calorías

Embarazadas

2400 calorías

En período de lactancia

2750 calorías

Entre 55 y 74 años

Sedentarias

1900 calorías

Medianamente activas

2150 calorías

Más de 75 años

Sedentarias

1680calorías

Esas son las necesidades medias básicas. Sin embargo, a quien desee adelgazar le será de gran ayuda, además de separar los distintos tipos de alimentos, ingerir menos calorías. ¿En qué medida disminuirlas? La única respuesta responsable a esa pregunta debe ser dada por un médico.

Alimentos y aportes de calorías

Tabla de aportes de calorías según los alimentos (valores expresados por cada 100 g)

Aceituna

139

Acelga

20

Ajo

95

Alcaucil

50

Almeja

78

Almendra

581

Ananá

57

Apio

10

Arroz

346

Arveja

96

Tabla de aportes de calorías según los alimentos (valores expresados por cada 100 g)

Atún

146

Avellana

656

Avena

374

Bacalao

70

Banana

96

Berenjena

25

Brócoli

32

Cacao

562

Camarón

101

Camarón

101

Carme magra

282

Tabla de aportes de calorías según los alimentos (valores expresados por cada 100 g)

Carne grasa

358

Carne muy grasa

473

Castaña

187

Caviar

243

Cebolla

45

Centeno (harina)

350

Cerdo (costilla)

371

Cereza

117

Ciruela

54

Coliflor

27

Tabla de aportes de calorías según los alimentos (valores expresados por cada 100 g)

Cordero

202

Damasco

54

Durazno

49

Escarola

21

Espárrago

23

Espinaca

22

Frutilla

36

Garbanzo

345

Gelatina

28

Hígado

129

Tabla de aportes de calorías según los alimentos (valores expresados por cada 100 g)

Higo

81

Hongos

3

Huevo entero

158

Leche entera

60

Leche descremada

36

Lechuga

6

Lenteja

338

Lima

53

Limón

40

Maíz

104

Tabla de aportes de calorías según los alimentos (valores expresados por cada 100 g)

Palta

258

Nuez

706

Naranja

48

Miel

306

Merluza

77

Manzana

60

Manteca

758

Maní

603

Mango

69

Mandarina

26

Tabla de aportes de calorías según los alimentos (valores expresados por cada 100 g)

Papa

86

Pejerrey

95

Pepino

13

Pera

64

Pollo

111

Pomelo

24

Poroto

37

Puerro

40

Queso gruyere

242

Radicheta

12

Tabla de aportes de calorías según los alimentos (valores expresados por cada 100 g)

Remolacha

50

Repollo

25

Salmón

150

Sandía

29

Sardina

269

Sémola

346

Tomate

18

Trigo

356

Uva

76

Zapallito

11

Las calorías vacías

Se conoce con el nombre de “calorías vacías” a aquellas obtenidas de alimentos con poco poder nutritivo. Aprender a diferenciar y discriminar entre los diferentes tipos y calidades de las calorías que se ingieren será de mucha utilidad a quien desee embarcarse en un programa de alimentación tendiente a bajar de peso.

La clave está en elegir las calorías con cuidado, seleccionando calidad y cantidad. El organismo se beneficiará más con 200 calorías provenientes de una taza de maíz o de camarones que de igual cantidad de proteínas venidas de golosinas. De manera similar, 150 calorías de papas fritas de paquete no pueden compararse a una misma cantidad de calorías provenientes de papa hervida.

No hay caloría más vacía ni malgastada que la proveniente del azúcar y de los productos que la contienen. Es muy importante, por lo tanto, evitar en la medida de lo posible todos los alimentos azucarados, especialmente los que contienen azúcar en gran cantidad. Ellos son: golosinas, chocolates, bebidas gaseosas, pastelería industrial, cremas heladas, helados de agua, jaleas y mermeladas industriales, crema artificial y jugos de fruta azucarados.

Los edulcorantes artificiales: una ayuda para bajar de peso

Los endulzantes artificiales constituyen una interesante alternativa para disminuir el consumo de azúcar, lo cual resulta primordial si se desea bajar de peso. Son productos alimenticios sintéticos, de alto poder endulzante y que aportan calorías en una medida mínima. Dado que no tienen contraindicaciones, pueden consumirse libremente.

A continuación, detallamos las características principales de los edulcorantes que ofrece hoy en día el mercado.

Ciclamato:

Es 30 veces más dulce que el azúcar

No deja regusto metálico.

Estevia

Llamada también “yerba dulce” es totalmente natural y, por esa razón, suele ser la opción predilecta de quienes tienen tendencias vegetarianas o naturistas.

Fue aprobada como edulcorante de mesa en el año 1995.

Es de 100 a 150 veces más dulce que el azúcar.

Es muy estable a altas temperaturas, lo que la vuelve recomendable para la cocción.

Aspartamo

Es el endulzante más utilizado actualmente por la industria alimenticia.

Es de 180-200 veces más dulce que el azúcar.

Es sensible a las altas temperaturas, por lo que no se lo aconseja para la cocción, ya que pierde su poder edulcorante.

Acesulfame-K

Es 200 veces más dulce que el azúcar.

Tolera altas temperaturas, por lo que puede utilizarse para la cocción

Sacarina

Se utiliza en bebidas, jugos, helados, gelatinas y chocolates.

Es 300 veces más dulce que el azúcar.

Es muy estable en cualquier medio y al calor no pierde el poder edulcorante.

Deja sabor residual.

Sucralosa

Es un producto derivado del azúcar, pero sin calorías.

Es 600 veces más dulce que el azúcar.

Es muy estable a temperaturas elevadas.

Capítulo 2 - Alimentos y nutrientes

Nuestro organismo depende del suministro de energía y de determinadas sustancias químicas que le lle­gan a través de los alimentos ingeridos. Esas energías y, por lo tanto, esas sustancias las necesita para cumplir múltiples funciones: crecer y desarrollarse adecuadamente, conser­var el calor corporal, reconstruir los componentes destruidos o perdidos en los procesos vitales y mante­ner las funciones fisiológicas e intelectuales. En suma: el cuerpo es una especie de máquina que necesita de determinado combustible para funcionar bien. Si el combustible es inadecuado o resulta insuficiente, comenzarán los problemas: disminución de las defensas, desgano, enfermedades y dolencias varias, etcétera. Por eso, los componentes de los alimentos, que conocemos bajo el término de “nutrientes” o “sustancias nutritivas” —proteínas, hidratos de carbono o carbohidratos, grasas o lípidos, vitaminas y mi­nerales— resultan imprescindibles para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Y es necesario conocerlos y tenerlos en cuenta a la hora de planear comidas, cuando de comenzar un programa alimentario de bajar de peso se trata. De lo contrario, se corre el riesgo de debilitar el organismo en pos de adelgazar. Y ese no es un buen trueque.

Esos nutrientes de los que hablábamos se obtienen de los diferentes alimentos que componen la dieta: hay alimentos o platos muy ricos en cada uno de ellos. Por ejemplo, el pan y las pastas son excelentes fuentes de hidratos de carbono, mientras que para obtener proteínas no hay nada comparable a la carne. Las frutas cítricas son una excelente opción para ingerir vitamina C, mientras que la espinaca lo es para la vitamina A.

Resulta siempre prioritario adaptar la cantidad a las necesidades, conservando la proporción equilibrada de todas las sustancias nutritivas necesarias. ¿Cómo implementar ese objetivo? La manera más simple de conseguirlo es mediante una alimentación va­riada. Si hoy se come pescado, optar mañana por la carne. Si hace una semana que se ingiere carne de vaca, variar por el pollo. Si la ensalada de hoy fue de zanahoria y tomate, que la de mañana sea de morrones y nueces. Si hace días que se ingieren verduras cocidas, añadir raciones de verdura cruda. Y así sucesivamente.

Las clases de alimentos

Muchas son las clasificaciones que pueden hacerse de los alimentos.

Tal vez la más conocida y extendida, por su fácil comprensión, es la que los divide, de acuerdo a su origen, en animales, vegetales y minerales.

Sin embargo, para el propósito de este libro la clasificación más útil es aquella que los divide según el nutriente que más abunda en cada uno de ellos. A su vez, esos nutrientes o sustancias nutritivas se dividen en dos grandes grupos: energéticos y no energéticos.

Nutrientes energéticos

A esta clase pertenecen las proteínas, los hidratos de carbono o carbohidratos y las grasas o lípidos. Tal como su nombre lo indica, aportan energía al organismo.

Nutrientes no energéticos

Resultan imprescindibles para cumplir de manera eficiente las funciones del organismo, pero no le aportan energía al cuerpo. Dentro de este grupo entran las diferentes vitaminas y los diversos minerales.

Los dos capítulos siguientes tratan acerca de estos dos tipos de nutrientes.