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Ben Furman

Habilidades para niños

Un nuevo método para ayudar
a los niños a superar
sus problemas emocionales
y de comportamiento

Traducción de:
ADAY RENDÓN HERNÁNDEZ

Herder

 

 

Título original: Kids’ Skills in Action

Traductor: Aday Rendón Hernández

Diseño de portada: Gabriel Nunes

Edición digital: José Toribio Barba

Este libro fue originalmente publicado bajo el título finlandés
Muksuopin lumous – Luova tapa auttaa lapsia voittamaan psyykkiset ongelmat

© 2016, Ben Furman

© 2017, Herder Editorial, S. L., Barcelona

ISBN DIGITAL: 978-84-254-3964-3

1.ª edición digital, 2017

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro de Derechos Reprográficos) si necesita reproducir algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com).

Herder

www.herdereditorial.com

Índice

Prólogo

Reconocimientos

SECCIÓN 1. ¿Habilidades para niños?

Preguntas más frecuentes

SECCIÓN 2. Habilidades para niños paso a paso

Los quince pasos de Habilidades para niños

Los quince pasos en acción (niña de 12 años)

SECCIÓN 3. Habilidades para niños con menores de 3 a 14 años

Consultar el inodoro para aprender a controlar la vejiga (niño de 3 años)

Aprender a prepararse para volver a casa (niño de 4 años)

Entrenamiento en el orinal con «el rey de la caca» (niño de 5 años)

Dejar de mojar la cama (niño de 6 años)

Permitir que los perros se acerquen (niño de 7 años)

El niño que se convirtió en el Jefe de Bomberos (niño de 8 años)

Hacer buenas migas con la hermana pequeña (niña de 8 años)

Domando la violencia (niño de 8 años)

Una agradable visita al hogar (niño de 8 años)

Aprendiendo a ser a puntual (niño de 8 años)

Se acabó el miedo a las caretas (niña de 9 años)

Una habilidad lleva a la otra (niño de 9 años)

El desafío de caminar con tranquilidad (niño de 10 años)

Dejar de decir palabrotas (niño de 10 años)

Superar el miedo a las arañas (niña de 10 años)

El agua puede ser leche (niño de 10 años)

Un juego familiar para empezar a comer de nuevo (chica de 11 años)

Habilidades para niños y el Corán (niño de 11 años)

Volver a ser feliz después del divorcio de los padres (niña de 11 años)

Encontrar una manera de lidiar con el maestro (niño de 11 años)

Aprender a dejar de jugar con videojuegos (chico de 14 años)

SECCIÓN 4. Habilidades para niños en grupos

El gusano perezoso y la hormiga obrera

Una escuela llamada «La alegría de los niños»

Niños aprendiendo nuevas habilidades

¿Cómo podemos llegar a ser una clase aún mejor?

Cómo mejorar el ambiente de una clase especial

Informar a los padres

Una carta dirigida a una clase

Cartas de Apoyo

Ayudantes imaginarios

Epílogo

Fuentes de Habilidades para niños

Prólogo

Cuando leí este libro por vez primera me sentí impresionado y avergonzado. Tuve que preguntarme por qué diablos no habíamos sido capaces —ni otras personas ni yo mismo— de sacar las mismas conclusiones lógicas de hechos con los que estamos familiarizados; hechos que, además, constituyen el fundamento del presente libro, a saber: que a los niños no les gusta ser un problema o tener problemas —no saben cómo manejarse con ellos—, y por último, pero no por ello menos importante, que siempre están ansiosos por aprender cosas nuevas.

Según mi experiencia, la diferencia crucial entre el planteamiento de Ben Furman y nuestros intentos, más tradicionales, de ayudar, apoyar y cuidar a los niños consiste en que los segundos nunca logran que ellos se sientan valorados por los adultos que más les importan. Podemos ser muy amables y comprensivos, pero los niños con problemas siempre sienten que son una carga. Con el enfoque de Ben Furman, la autoestima de los niños puede crecer desde el primer día.

La infancia representa un largo proceso de aprendizaje. Durante ese tiempo, se exploran a sí mismos y exploran su entorno las veinticuatro horas de cada día de la semana. La mayoría de los adultos llaman «juego» a esta actividad de búsqueda, como si perteneciera a una categoría muy diferente de lo que conocen como «aprendizaje».

Asimismo, los niños a menudo desarrollan, por varias razones, diversos tipos de conductas, que aparecen y se juzgan muy diferentes cuando se ven desde fuera y cuando son vistas desde dentro. Cada vez más los adultos las etiquetan como «problemas de conducta»; y da escalofríos pensar cuán deprisa pasamos de decir que un niño tiene un problema a etiquetarlo como un «niño problema» —dándole, en consecuencia, una nueva identidad social y permitiendo que los expertos se hagan cargo de él.

El presente libro muestra que los niños pueden superar muchos de los llamados «problemas», mejor y más rápido, si nos acercamos a ellos de otra manera; si, en lugar de llamarlos así, los denominamos «procesos de aprendizaje», y si los niños se convierten en gestores de sus propios procesos de aprendizaje, trabajando en estrecho contacto con su red social y sirviéndonos de los profesionales que los ayudan como guías y entrenadores.

Como es obvio, ello puede significar una gran ventaja no solo para los propios niños, sino también para los maestros y otros cuidadores involucrados, que sabrán hacer aquello que son capaces de hacer ––al dirigir los procesos de aprendizaje, en vez de intentar ejercer como una especie de «pequeterapeutas».

El libro describe una nueva forma de trabajar con la infancia, donde al niño, entre otras cosas, se le pide que nombre a un número de colaboradores procedentes de su entorno social ––un maestro, algún amigo, una abuela, etc.––, sin que se olvide de los padres. En este sentido, cobra vital importancia la expresión «con el tipo adecuado de entrenamiento», lo cual significa que los padres tendrán una nueva tarea, que implica nuevos comportamientos —que remplazarán a los antiguos y, a menudo, menos apropiados—, con lo que se favorecerá así su autoconfianza como padres.

Nuestro enfoque terapéutico se ha centrado de manera tradicional en destacar la conducta inapropiada de los progenitores, y mediante el uso de la intuición, la comprensión y la oferta de nuevas experiencias, hemos intentado cambiar aquella en beneficio tanto del niño como de la relación entre este y los padres. Con demasiada frecuencia, dicho planteamiento tiene un efecto negativo en la autoconfianza y en la autoestima de estos; un efecto que, a menudo, hace más difícil que modifiquen su conducta.

Con el método Habilidades para niños, los padres obtienen una respuesta razonable a su persistente pregunta: «¿Qué debemos hacer al respecto?». Y esa respuesta constituye, claro está, una gran ayuda no solo para ellos, sino también para los profesionales, que pueden verse atascados en sus intentos de ayudar, bien intencionados pero inútiles.

En concreto, este ––el apoyo del entorno social–– constituye el núcleo central del método Habilidades para niños, que es mucho más que solo una forma nueva e inteligente de tratar a la infancia. En una de nuestras conversaciones, Ben Furman me decía que, cuando la conducta autodestructiva del niño cambia como resultado de Habilidades para niños, de hecho se trata solo de un «afortunado efecto secundario» del método. Lo importante es lo que sucede en el entorno donde se encuentra el niño, esto es, la mejora en la calidad de las relaciones del niño con otras personas, que son, en última instancia, el factor más decisivo para determinar si los niños conseguirán integrar su nuevo aprendizaje en su desarrollo personal.

El método exige mucho de los profesionales que dirigen los procesos de aprendizaje de los niños según dicho planteamiento. En primer lugar, porque necesitan tener la confianza de que los chavales pueden cambiar. En segundo lugar, porque deben ser capaces de permanecer en sintonía con la velocidad de aprendizaje del niño y, en tercer lugar, porque deben estar dispuestos a jugar y contactar con la red social del niño para movilizarla y estabilizarla.

Habilidades para niños representa un método de cambio basado en los términos en que se mueve el niño; invita a los adultos a unirse al universo infantil en lugar de centrarse en los síntomas de aquel. Es probable que a algunos profesionales les resulte difícil dejar de lado el enfoque tradicional centrado en el problema, pero para aquellos que confían en la capacidad del niño de ser responsable y creativo, y para quienes comprenden el significado de la cualidad de las relaciones primarias para los niños, se trata de un regalo.

El presente libro y su filosofía pueden resultar, además, muy útiles para los padres. Por la experiencia que he tenido con muchas familias, este método ayuda a que se den cuenta de que muchos conflictos cotidianos con bebés, niños, e incluso preadolescentes, se resuelven mucho mejor cuando los padres se percatan de que su hijo no tiene un problema de desarrollo, sino más bien una habilidad más por aprender.

JESPER JUUL

Reconocimientos

Este libro no habría sido posible sin las generosas aportaciones de distintas personas de todo el mundo que han estado dispuestas a compartir sus experiencias en la aplicación de Habilidades para niños, y tampoco habría visto la luz sin el permiso de los niños y sus familias.

Considero a mis colegas Tapani Ahola, Tuija Terävä y Sirpa Birn coautores del presente libro. Habilidades para niños es el resultado de una colaboración de varios años. Sus aportaciones, comentarios y sugerencias me han servido de gran ayuda en el desarrollo de estas páginas.

Un agradecimiento especial a mi pareja, Louise, cuyas palabras de aliento, sus agudas observaciones y, sobre todo, sus invitaciones a mantener sesudas conversaciones acerca de las posibles limitaciones, las consideraciones éticas y los supuestos básicos de Habilidades para niños me han enseñado una humildad que espero quede reflejada en este libro.

Muchas gracias de todo corazón.

SECCIÓN 1

 

¿Habilidades para niños?

Preguntas más frecuentes

¿Qué es Habilidades para niños?

Habilidades para niños es un método paso a paso para ayudar a los niños a aprender habilidades y superar problemas, tanto emocionales como de conducta, con la ayuda de familiares, amigos y otras personas cercanas a ellos.

¿A niños de qué edad puede resultar útil?

Habilidades para niños está diseñado para niños de edades comprendidas entre los tres y los doce años, pero sus principios son también aplicables a adolescentes e incluso a los adultos.

¿Quién puede utilizarlo?

Habilidades para niños se concibió en origen como una herramienta para profesionales, desde terapeutas a consejeros, trabajadores sociales, maestros de educación especial, etc., cuyo trabajo consiste en ayudar a los niños a superar sus problemas. El método resulta, sin embargo, tan simple y seguro que también puede ser utilizado por los padres con sus hijos, con un mínimo de orientación profesional.

¿Cuál es la idea básica que subyace tras Habilidades para niños?

Los adultos tienden a ver los problemas como síntomas de un trastorno subyacente que necesita ser tratado, mientras que los niños tienden a ver los problemas como falta de competencias que deben ser aprendidas. Habilidades para niños resulta compatible con el punto de vista de los niños. Su objetivo consiste en ayudar a los niños a adquirir y fomentar las habilidades que necesitan para superar sus problemas. Como el método involucra a la familia, a la escuela y a los amigos con el fin de apoyarlos, tiene un impacto no solo en el niño, sino en todo el ecosistema de su red social.

¿Qué tiene de especial Habilidades para niños?

La principal ventaja de Habilidades para niños es que, aunque estos rehúyen hablar de sus problemas, encuentran agradable y gratificante el aprendizaje de habilidades. Además, Habilidades para niños fomenta la cooperación con los padres, al considerarlos compañeros y otorgarles el papel de defensores del niño.

¿Qué tipo de cuestiones puede abordar Habilidades para niños?

Habilidades para niños resulta conveniente para un amplio repertorio de problemas. Estos aspectos incluyen miedos, conductas inapropiadas, concentración, malos hábitos, pataletas, comer, dormir, ir al baño, etc. Ayudar a los niños a adquirir dominio personal también puede aliviar los síntomas de aquellos desórdenes psiquiátricos más graves como el trastorno por déficit de atención, el autismo, el trastorno generalizado del desarrollo, la depresión, el trastorno obsesivo-compulsivo, la hiperactividad y las rabietas.

Se puede decir que Habilidades para niños resulta adecuado siempre que haya un problema que un niño pueda resolver o mejorar mediante el aprendizaje de una habilidad específica.

¿Hay otros aspectos éticos implicados en el uso de Habilidades para niños?

En líneas generales, Habilidades para niños resulta un método seguro y lo peor que puede pasar es que no funcione. Sin embargo, como cualquier otro instrumento destinado al desarrollo humano, podría emplearse para facilitar cambios inapropiados o cuestionables desde un punto de vista ético, como enseñar a los niños a mentir o a trabajar aún más duro cuando lo están haciendo al máximo de sus capacidades. Afortunadamente, este riesgo se mantiene a raya por el hecho de que los propios niños tienen derecho a determinar qué habilidades aprenderán y a qué personas importantes en su vida van a invitar a participar en el proyecto, para ser ayudantes del niño.

En principio, también resulta posible que una persona que tan solo se halle familiarizada de manera superficial con el método, lo aplique de modo mecánico sin comprender su filosofía de base, su énfasis en respetar al niño, y desarrolle una verdadera cooperación con su red social.

Por último, cabe señalar que Habilidades para niños no constituye ninguna panacea. Se trata, ni más ni menos, de un método para contribuir a que los niños superen los problemas que pueden solucionarse mediante el aprendizaje de habilidades, pero no debe impedir que los niños reciban atención médica o medidas de prevención cuando estas sean necesarias.

Breve historia de Habilidades para niños

Habilidades para niños se desarrolló en los años 90. Mi colega Tapani Ahola y yo somos profesores y fundadores del Instituto de Terapia Breve de Helsinki. Contamos con la asistencia de Sirpa Birn y Tuija Terävä, que también son profesores de educación especial en Keula, una escuela preescolar para niños de cuatro a seis años con diversos problemas emocionales y de comportamiento.

Habilidades para niños se desarrolló en sus inicios como un método práctico, o un conjunto de directrices útiles, para abordar de manera constructiva los problemas de los niños en edad preescolar. Se trata básicamente de una recopilación de ideas que habíamos encontrado útiles a la hora de trabajar con niños y sus familias.

Las ideas fueron probadas con los niños y sus padres en Keula. Poco a poco, a través de un proceso de ensayo y error, surgió la descripción de los 15 pasos de Habilidades para niños.

De este modo, hemos creado un libro ilustrado con un desarrollo de cada paso, para los niños, y un folleto por separado con instrucciones para los maestros. También hemos elaborado una pequeña guía para padres, con el objeto de que resulte más fácil entender el método y cooperar con los profesores mediante su uso.

Pronto comenzamos a ofrecer conferencias y talleres de Habilidades para niños, y el método empezó a ser conocido. Personas que trabajan con niños en diferentes partes del país, y algunas del extranjero, vinieron a visitar Keula para ver cómo Habilidades para niños funcionaba en la práctica. Empezamos a recibir invitaciones de diversos foros para hablar sobre el método. Alentados por las respuestas positivas, creamos una página web dedicada a Habilidades para niños (www.kidsskills.org), con el fin de difundir la información y obtener una buena retroalimentación.

Un libro sobre Habilidades para niños, que describía con detalle los 15 pasos, se publicó en Finlandia en 2003. Fue traducido al inglés de inmediato y publicado en 2004 por la St. Luke’s Innovative Resources, en Australia, bajo el título Habilidades para niños: soluciones lúdicas y prácticas en el trabajo con peques. El libro se ha traducido hasta ahora a diez idiomas, incluyendo el japonés y el chino.

De manera más reciente, se ha facilitado la formación en Habilidades para niños a nivel internacional. En la actualidad hay un número de organizaciones acreditadas que ofrecen formación para profesionales con el objetivo de que puedan convertirse en lo que llamamos «Embajadores» de Habilidades para niños; un registro internacional de estos embajadores se guarda, de hecho, en la página web antes mencionada.

La investigación de Habilidades para niños resulta aún insuficiente, incluso aunque se tenga evidencia científica de su eficacia. Sin embargo, numerosos testimonios por todo el mundo sugieren que Habilidades para niños funciona sorprendentemente bien, al menos, cuando las practican personas que se suscriben a su filosofía subyacente de respeto y cooperación.

Los orígenes de Habilidades para niños

Habilidades para niños ha recibido influencias de muchas ideas a lo largo de los años. Sería imposible dar una lista exhaustiva de estas fuentes de inspiración tan variadas, pero, como mínimo, Milton H. Erickson, Jay Haley, Insoo Kim Berg, Steve de Shazer, Michael White y David Epston merecen ser mencionados.

Milton Erickson

Milton H. Erickson (1901-1980) fue un legendario psiquiatra estadounidense conocido como el pionero de la Terapia Breve. Era un terapeuta creativo que utilizaba una gran variedad de técnicas que incluían la hipnosis, tareas para casa e historias metafóricas. Erickson trabajó con adultos, así como con niños; sus relatos para ayudar a los niños con diversos problemas, tales como chuparse el dedo, orinarse en la cama y las fobias, han sido una importante fuente de inspiración para nosotros. La siguiente historia, mostrada por Sidney Rosen (1982), da una idea de su creatividad y su capacidad para conectar con los niños:

Los padres de una niña de seis años fueron a ver a Erickson. Su problema era que había robado en tiendas y a otras personas, incluyendo a sus padres, y luego mentía sobre cómo había conseguido las cosas. «¿Se puede hacer algo con un ladrón, que además es mentiroso, de tan solo seis años?», preguntaron los furiosos padres a Erickson.

Después de haber hablado con estos, Erickson decidió escribirle una carta a la pequeña. La carta comenzaba con un saludo, seguido de una explicación: había sido escrita por el hada de los niños grandes de seis años. Todos los niños, según se relataba en la carta, tenían hadas que crecen, aunque nunca las vieran. A continuación, una descripción detallaba cómo era el aspecto del hada de los niños grandes de seis años: cuántos ojos, oídos y piernas tenía, cómo se movía, y cómo podía ver y oír todo lo que hiciera. Después de esta introducción, contaba que el hada de los niños grandes de seis años la había estado observando de cerca, que estaba impresionada por las muchas habilidades que había adquirido con solo seis años, y luego señalaba que algunas de estas eran fáciles de aprender, mientras que otras resultaban muy difíciles.

En opinión de Erickson, la carta tuvo un efecto positivo en la niña. Según sus padres, ella había dejado de robar y, después de un tiempo, el hada de los niños grandes recibió una carta a modo de respuesta por parte de la niña, que incluía una invitación para asistir a su séptimo cumpleaños. Erickson le escribió una carta más a la pequeña, en la que lamentaba no poder participar en su séptimo cumpleaños porque ella era su hada de seis años, no su hada de los niños grandes de siete años.

Lo más notorio para mí en esta historia es que Erickson se centró en la niña en lugar de en sus padres. No parecía pensar de la forma en que lo hacen los terapeutas, por lo general. No parecía contar con el supuesto de que, con el objeto de cambiar a la niña, fuera necesario primero cambiar a los padres. Hizo frente al problema y solo se centró en la niña. Sin embargo, aunque diera la sensación de que trabajaba únicamente con ella, su manera de tratarla también repercutió con toda probabilidad en los padres.

Habilidades para niños se adhiere a una lógica similar. El objetivo es ayudar a los niños a superar sus problemas, pero el proceso se lleva a cabo de tal manera que también tiene un impacto en sus padres y en otras personas involucradas.

La idea de aprender habilidades resultó fundamental en toda la obra de Erickson. Al comentar este caso en concreto, Sidney Rosen escribió:

Erickson en particular evita «las prohibiciones», los «deberías» y «las reglas». Siempre enfatiza el valor del aprendizaje. El encargado de administrar la disciplina no cae en el enojo, sino que, de hecho, presenta su enseñanza de una forma divertida. En todas sus historias Erickson se muestra firme, pero no punitivo. Su propósito consistía en ayudar al niño a desarrollar su propio sentido de la voluntad y la autonomía.

La utilización del hada de seis años representa un elemento esencial en la historia. Los niños están encantados con los seres imaginarios y disfrutan al comunicarse con ellos. La idea de poder disponer de estos seres ha sido adoptada por Habilidades para niños, donde los niños pueden escoger uno que los ayude a aprender su habilidad.

Jay Haley

El trabajo de Milton Erickson ha sido una fuente de inspiración para muchos pioneros en el campo de la Psicoterapia Breve. Uno de ellos fue Jay Haley (1923-2007), un terapeuta de familia que llamó a su enfoque «Terapia Estratégica». Haley desarrolló un planteamiento donde se centraba en el niño, en lugar de en los padres, para lograr cambios significativos en el funcionamiento de toda la familia.

El siguiente ejemplo fue relatado por Haley en un Congreso de Terapia Familiar en Tel Aviv a principios de los 80:

La familia había sido remitida a tratamiento debido a la obsesiva fascinación que Michael, su hijo de 12 años, sentía por el fuego, lo cual lo había llevado a provocar tres graves incendios que causaron considerables daños materiales. Al observar al terapeuta mientras este entrevistaba a la familia, Haley, que llevaba a cabo la supervisión tras un espejo unidireccional, llegó a la conclusión de que la estructura familiar resultaba sesgada. Sostenía que la díada parental no funcionaba, pues la madre se ponía del lado del hijo y el padre se había vuelto distante y apenas se implicaba. De hecho, el padre estaba tan enfadado con su hijo que parecía dispuesto a renegar de él.

En una breve sesión, Haley, tras el espejo unidireccional, le dio instrucciones al terapeuta para revelar a la familia que la «causa» del problema era que Michael era poco diestro en el manejo de las cerillas, y, a fin de demostrarlo, le permitió prender fuego con cuidado a un pedazo de papel dentro de la sala. El niño tenía ganas de hacerlo y, en efecto, quedó patente que cometía muchos errores al manejar las cerillas, encender el papel y apagar el fuego. Tan pronto como se comprobó la incapacidad de Michael, el terapeuta se dirigió al padre y le preguntó si estaría dispuesto a asumir la tarea de enseñar a su hijo a manejar el fuego con precaución. El padre estuvo de acuerdo y, poco después, los dos elaboraron un riguroso programa de entrenamiento, donde aquel pasaría una hora diaria enseñando a su hijo las habilidades que le faltaban y se aseguraría de que fuera capaz de utilizar el fuego de forma segura.

Padre e hijo practicaron con diligencia todos los días durante varias semanas y Michael se convirtió en todo un experto en la cuestión, de manera que mostraba una absoluta seguridad al respecto. Además, como resultado de su intenso trabajo en equipo, la relación entre Michael y su padre se hizo mucho más estrecha, e incluso los padres, que habían estado en desacuerdo en casi todo, comenzaron a orientarse en la misma dirección. La fascinación de Michael por el fuego disminuyó, y después de varias semanas siguiendo el programa de entrenamiento diseñado, el terapeuta dio permiso para que el padre y Michael lo dejaran y, en vez de eso, hicieran otras cosas juntos.

Una vez más, el centro de atención no se localizaba en la familia, sino en el niño. Sin embargo, la intervención no solo tuvo un impacto en él, sino, además, en las relaciones de todos los miembros de la familia. Habilidades para niños se basa en la misma lógica. Al centrarse en el niño e identificar la habilidad que este va a aprender, haciendo partícipes luego tanto a los padres como a otras personas importantes en su vida que lo ayuden a aprender la habilidad, podemos tener un impacto positivo no solo en el niño, sino en toda su red social.

Insoo Kim Berg y Steve de Shazer

La Terapia Breve Centrada en Soluciones es otra escuela de psicoterapia inspirada en las ideas de Milton Erickson. Fue desarrollada durante la década de los 70 y 80, en el Centro de Terapia Familiar Breve en Milwaukee (EE.UU.), por un equipo de terapeutas liderados por Steve de Shazer (1940-2005) e Insoo Kim Berg (1934-2007). La Terapia Centrada en Soluciones es una variante terapéutica en la que el centro de atención no reside en los problemas (y lo que podría causarlos), sino en las metas, en lo que los clientes quieren lograr y en lo que pueden hacer para alcanzarlos.

En la Terapia Centrada en Soluciones la primera tarea del terapeuta consiste en averiguar a través del cliente lo que cree que sería un buen resultado. «¿Cómo podría mejorar la situación en el futuro?» es un ejemplo de una pregunta que el terapeuta podría plantear en la primera sesión. Una vez que ha quedado establecida una idea más o menos clara de lo que el cliente quiere, el terapeuta centra toda su atención en ayudarlo para que logre ese objetivo.

Habilidades para niños sigue el mismo patrón, con la salvedad de que la pregunta inicial («¿cómo podría mejorar la situación en el futuro?») ha sido modificada o traducida así: «¿qué habilidad es la que necesitas desarrollar para que la situación sea mejor en el futuro?». Esta modificación se basa en la observación de que cuando se trabaja con los niños que utilizan la Terapia Centrada en Soluciones, la respuesta a la cuestión acerca del resultado deseable se sostiene siempre en la expectativa de que el niño cambie su conducta o, en otras palabras, en que aprenda a comportarse o a reaccionar de manera diferente en una situación dada.

Otra característica de la Terapia Centrada en Soluciones es el énfasis en los signos de mejora. Atender los avances resulta también una característica de Habilidades para niños, donde los pequeños reciben una gran cantidad de refuerzo positivo a la hora de comentar, practicar y demostrar las habilidades que están aprendiendo.

Michael White y David Epston

Sin embargo, otra escuela de psicoterapia que ha constituido una fuente de inspiración es la Escuela de Narrativa de Psicoterapia (Terapia Narrativa), promovida por Michael White (1948-2008) en Australia y David Epston en Nueva Zelanda. A mediados de los años 80 nos encontramos con un artículo de Michael White, titulado Pseudo-encopresis: de la avalancha a la victoria, de círculos viciosos a círculos virtuosos (1989). En este artículo de referencia, White describió un enfoque lúdico de terapia familiar que él había diseñado para ayudar a los niños que padecían encopresis o que se ensuciaban los pantalones debido a la negativa a ir al baño. El enfoque de White se basaba en la idea de culpar del problema del niño a un ser imaginario llamado la cacota tramposa, responsable de causar el problema.

El artículo describe un procedimiento sistemático en el que al niño, con el apoyo de sus padres, se lo hace partícipe de un juego cuyo objetivo consiste en derrotar a la cacota tramposa. El juego se compone de varias actividades como correr lo más rápido posible al baño desde lugares donde la cacota tramposa ha atacado al niño o ha provocado que se ensucie los pantalones; asumir la rutina de sentarse en el inodoro durante 20 minutos después de las comidas, y dar al niño un tigre para lo ayude en su lucha contra la cacota tramposa.

White informó de resultados sorprendentemente buenos, en contra de casi todo lo que se había escrito sobre la encopresis en la literatura psiquiátrica infantil, y sentó las bases para el surgimiento de un interés en ayudar a los niños de manera lúdica a superar los problemas, con el apoyo de sus familiares y amigos. Los lectores familiarizados con este planteamiento, que también se conoce como «externalización del problema», podrán apreciar la influencia de la Terapia Narrativa en Habilidades para niños.

Habilidades para niños se ha apoyado e inspirado en ideas creativas y sugerencias propuestas por los niños y los padres con los que hemos trabajado a lo largo de estos años.

SECCIÓN 2

 

Habilidades para niños
paso a paso