No tiene mucho sentido reivindicar la autoría exclusiva de este libro, pues ha sido una tarea colectiva entre yo mismo y todas las personas cuya labor ha servido de inspiración para las palabras de estas páginas. Especialmente, desde el maravilloso departamento universitario en el que trabajo, Mel Nowicki, Pip Thornton, Harriet Hawkins e Innes Keighren. También cabe destacar a Philip Brown, Richard Ocejo, Stephen Pritchard y Dave O’Brien, que han supuesto una ayuda enorme a la hora de extraer las ideas de una espesa sopa de pensamientos desordenados y convertirlas en una argumentación coherente. Y gracias a Paul Richards, Louis Woodhead, Paul Young, Rab Harling, Sofie Narbed, Laura Price, Ben Newman, Jo Cagney, Danny McNally, Ella Harris y al neoyorquino sin techo cuyo nombre no averigüé. Todos ellos han tenido la amabilidad de compartir conmigo sus historias sobre la creatividad. Y, por supuesto, mi más profundo reconocimiento y agradecimiento a Leo Hollis, de la editorial Verso, que en realidad debería mencionarse como coautor. Y, por dejarme usar su wifi y servirme café gratis casi a diario, muchísimas gracias a los empleados del café Costa de Farnborough Gate.
Y gracias a mi mujer, Sarah: su fortaleza, su amor y su dedicación han sido indispensables en los grandes momentos y en los no tan grandes. Además, su trabajo para, y su dedicación al NHS han sido los responsables de la dirección que ha tomado este libro. El NHS es una de las mejores creaciones del mundo, y merece la pena luchar por él. Finalmente, mis hijas, Jessica y Penny, me han enseñado experiencias completamente nuevas y me han llevado a lugares que jamás sospeché que fueran alcanzables. Juntos hemos creado mundos nuevos. ¡Seguid creando, chicas!